Según el Yoga, antes de que el Universo fuera creado existía una energía latente (Shakti) que contenía todo el potencial. La vibración del primer sonido (Om) se dividió en ondas y se expandió y combinó dando lugar al mundo de las formas y sus diferentes vibraciones.
Mantra: Man (pensar)/ Manas (mente)/ Tra (instrumento).
Los mantras fueron revelados a los iniciados del yoga en sus meditaciones profundas, son inspiradas expresiones surgidas del contacto con las fuerzas naturales y con el espíritu. Cada uno de ellos está cpmpuesto por una mezcla de letras del alfabeto sánscrito. No son cualquier palabra, el significado se vincula a las fuerzas de la naturaleza y al Absoluto o Espíritu Universal. Por eso también suelen ser cantos básicos.
Mantra puede ser cualquier palabra que contenga o lleve latente una energía y significado específicos. Sin embargo en Yoga, el mantra se repite en sánscrito, una lengua muerta que no ha sido mezclada en sus raíces. El sáncrito deriva directamente de los sonidos primegenios, es el que más se aproxima y por ello es un idioma sagrado. También es conocido como Devanari, o lengua de los dioses. Sintetiza los significados latentes y es una herramienta maravillosa para despertar la cualidad satvica de la mente y dejar surgir el estado de fluidez. Los mantras siempre han formado y forman parte de la naturaleza. Por eso, la repetición de estas palabras que tienen una cualidad vibrante muy grande, genera efectos desbloqueantes en nosotros, debido a la resonancia que trasmite dentro de nuestros cuerpos sutiles. Y esto aunque el practicante haga de el una mera repetición mecánica y sin sentido. Con la práctica uno va percibiendo diferentes matices, y aquellos sonidos con los que se siente bien, aquellos mantras que resuenan más en su interior. Porque no todos los mantras son adecuados para diferentes personas, hay personas con una clara orientación devocional y que pueden dirigir sus cantos hacia ciertas formas y nombres de dioses, pero otros se sentirán más atrídos por las formas abstractas y sonidos "amorfos-vibrantes".
Recordamos a un compositor maravilloso llamado Wim Mertens, el cual tiene varias composiciones mágicas en las que canta de una manera indescriptible, esos cantos no pueden ser traducidos a la manera ordinaria, porque básicamente no significan nada; sin embargo te transportan, te hacen uno con el canto, con el sentimiento. Y de alguna manera te acercan a un lugar de recogimiento, de escucha abriéndose y hacen que modifiques la manera de ver, que te coloques en un lugar no condicionado por la idea. Como siempre..., el utilizar un mantra para..., no es lo mismo que vivenciarlo en sí mismo, aunque algo de lo primero suceda. Este es una manifestación, es celebración, contacto.
Desde la visión del tantrismo, todos los objetos que aparecen ante nosotros pueden ser objetos de meditación, a través de ellos podemos contemplar la esencia.
La pronunciación de sonidos específicos y de mantras es algo muy especial, no son cualquier canto o repetición, estos hacen que te pares, tienen algo de sobriedad, de contundencia y dulzura, son cantos dirigidos al centro mismo esencial y sin embargo surgen desde la devoción. surgen aún del cuerpo físico, utilizado el cuerpo como una caja de resonancias que resuena sin interpretación ninguna, como un canal.
El mantra canaliza la energía con mucha fuerza, la enfoca, dando dirección a la mente y sumiento el ritmo respiratorio en una especie de onda circular. Con sólo conocer algunos, de manera que estos sean interiorizados, vividos, sentidos, ya sea expresándolos en voz alta o interiormente, se puede valorar su dimensión real.
La capacidad de dar dirección a la mente es necesario por la fuerza que esto genera, la energía se canaliza, la mente se aquieta..., y entonces..., puede expandirse. Por eso se utiliza muchas veces la repetición de mantras como medio de concentración. El sonido es forma en potencia y muchos experimentos han demostrado ya sus efectos, por ejemplo el estallido de una copa de cristal por la vibración física que genera una cantante soprano al entonar ciertas notas, el dibujo de figuras geométricas en la arena con determinados instrumentos y notas musicales, la relajación que se siente al escuchar ciertos sonidos armoniosos, los diferentes estados de ánimo; reacciones y pensamientos que surgen al escuchar diversos sonidos. Por ejemplo, un sonido estridente genera nerviosismo, la escuha de corrientes de agua hace fluir los líquidos corporales, escuchar sonidos rítmicos nos hace sentir ganas de bailar o saltar y nos energetiza, y así podríamos seguir. Con la repetición del mantra se libera el prana de los centros energéticos y cuando se realiza la repetición durante un largo período de tiempo, la mente vibra en la misma onda que el mantra. De alguna manera nos convertimos en el mantra mismo y la repetición deja de ser repetición.
JAPA: es la práctica de repetición mántrica. VAIKHARI JAPA: es la repetición en voz alta, esta es la mejor para evitar distracciones. No debe ser ni demasiado rápida ni demasiado lenta, para poder profundizar en la vibración y el significado, auqnue se pueden hacer variaciones según lo vayamos sintiendo. UPAMSU JAPA: es la repetición en voz baja. MANASIKA MANTRA: esta es la repetición mental, la forma más intensa y la que requiere mayor capacidad de concentración.
Como vemos, la ciencia de los mantras es algo compleja, en sí misma porque pertenece a una cultura y lengua distinta, sin embargo podemos comprobar como se puede adaptar perfectamente a todos. No se trata de conocer (aunque lo hagas) el sánscrito, el significado no es nunca la cosa en sí, sino de conocer los mantras, o palabras codificadas por los iniciados de este arte mágico.Nuria F. (Atma)